Soñando Latinoamérica: Baños

Baños de Agua Santa, con un nombre muy particular este pueblo logró cautivarnos y llenarnos de adrenalina. La magia de Baños no está en el pueblo, sino en los kilómetros de naturaleza que lo rodea.

Es imposible ir a Baños y no tentarse con realizar algún deporte extremo, la oferta es variada y se multiplica en cada cuadra que uno camina por el pueblo. A pesar de lluvia, optamos por hacer un Canopy de 2000mts, con 6 paradas y rodeados de cascadas, selva y arroyo, un escenario único que provoca millones de sensaciones.

Además Baños tiene mucho por hacer, son esos lugares que uno cree que con 3 días va a estar bien para conocerlo y de repente necesitas muchos más para por lo menos hacer lo imperdible.

Baños se caracteriza por tener una cantidad importante de cascadas, todas son muy lindas, pero sin dudas la que merece ser visitada y admirada es El Pailón del diablo. Es majestuosa por donde se la mire, el salto de agua es imponente y lo bueno de esto, es que uno puede recorrerla por arriba, por abajo y por los costados porque hay senderos y miradores por todos los ángulos. O sea, se puede ¨sentir¨ el Pailón. Solo recomendamos llevar traje de agua o impermeable porque salís empapado, pero vale la pena.

Pero lo más rico de nuestra experiencia en Baños, fue la excursión que hicimos por 3 días a la Selva. Siempre habíamos escuchado que esto era imperdible y tal vez la palabra SELVA traía muchas connotaciones diferentes a las que vivimos finalmente estando allí, hasta ni sonaba muy tentadora, pero realmente fue algo que nos impactó en muchos sentidos.

En escasos días dentro de la selva cercana a Puyo, estuvimos sumergidos en el mundo de la comunidad Indis Churis. Estuvimos en manos de un guía nativo, que nos enseñó su cultura, sus pensamientos, su vínculo con la naturaleza, su supervivencia y su convivencia con el ¨mundo moderno¨. Estando con ellos uno puede dimensionar lo rica que es nuestra tierra, todo lo que tiene para ofrecernos, simplemente hay que observarla y respetarla, tarea difícil cuando uno se encuentra sumergido en una adrenalinica ciudad.

Nuestra estadía en la selva, fue completísima, incluyó: comer termitas, tirarnos a nadar en una cascada, navegar en canoa, caminata nocturna para ver a los caimanes y cocodrilos, dormir en casitas tipo chozitas sin electricidad, tener una boa de 2,5mts en nuestras manos, tirarnos en liana como Tarzán, pero sobretodo, fue sumergirnos con cuerpo y alma en la naturaleza, conocer sus infinitas bondades y sus misterios.

Lo que no hay que perderse:

- Realizar cualquier deporte extremo

- Probar la Melcocha, es un típico dulce que preparan amasando y estirando la masa frente a los ojos del público, luego se elaboran diferentes dulces y bocaditos a base de la melcocha.

- Pasar el día en el Pailón del Diablo, merece ser visitada una y otra vez.

- Comer una pizza en El Capo, se encuentra casi en una esquina de las cuadras del centro.

- Si van un fin de semana a Baños, mejor tener reserva de hotel ya que generalmente se llena con turismo local los sábados y domingos.