Llegamos a Quito cuando todos
los quiteños, viajaban hacia la costa para festejar los feriados de carnaval.
Encontramos una ciudad muy tranquila en esos días pero sumamente grande. Más de
lo que imaginamos.
Pero es una ciudad organizada
y con muy buenos medios de transporte, del estilo Metrobus.
El clima de Quito nos quitó un
poco los ánimos, nos tocaron días muy grises, con mucha lluvia y bastante frescos.
Pasamos del calor al frío en un par de horas nada más.
Una ciudad en las alturas,
rodeada de montañas y con un centro histórico de los más lindos que hemos
visitado, tanto por su buena conservación como por su historia. Una ciudad
repleta de iglesias antiquísimas, cada una con su arquitectura, su identidad y
su historia de más de 100 años.
En este contraste de ciudad
muy histórica, también existe la Quito moderna y con la infraestructura de toda
ciudad capital con todos los servicios y ofertas turísticas.
Imposible pasar
por Quito y no visitar el famoso y
cuestionado ¨Centro del mundo¨. Se
encuentra a unos 45 min. en bus desde la ciudad. Hay ¨dos¨ monumentos a la Latitud 0.
Uno es el
más clásico que tiene la pirámide y den donde todos los turistas nos hemos
sacado la foto de un lado de la raya y del otro. Pero unos escasos metros hacia
un lateral de este monumento, se encuentra el otro CENTRO DEL MUNDO según la
medición exacta de GPS, donde uno
mismo puede hacer experimentos que demuestran este fenómeno geográfico y además
tiene un tour guiado. Es más interesante este último, pero el primero es el más
clásico. En ambos se paga entrada. Recomendable
no ir los fines de semana porque hay demasiada gente.
Estando en
Quito hay muchas cosas por hacer en sus alrededores. Uno de ellos es la famosa
feria artesanal de Otavalo los días sábados. A unas 4hs de bus desde Quito se
llega a un pueblito que los días de feria se llena de color, aromas, gente, ruido
y de productos increíbles para comprar.
Es el lugar
ideal para comprar artesanías y ¨pelear¨ por un precio mejor. Ellos están
dispuestos a vender y uno a comprar, así que es una interesante ecuación.
Quienes
gustan de las artesanías autóctonas este es el lugar indicado, donde los productos
son realizados a mano por la gente del pueblo o de lugares aledaños, tales como
tapices, cuadros, bordados, collares etc.
Nos
volvimos de Otavalo con las manos llenas y con una pizca de preocupación por
cómo nos queparía todo lo adquirido en la mochila, pero esta preocupación se
compensaba con la alegría de haber comprado nuestro primer cuadro y primer tapiz para nuestro futuro hogar!!!
Estando en
Quito es imperdible ir al Volcán Cotopaxi o a la Laguna Quilotoa. Esta última
nos la había comentado nuestro amigo Rafa y a partir de ahí, en cada foto que
la vimos, nos enamoramos más y más. Era un destino que inevitablemente
queríamos conocer.
Después de
5hs largas de viaje atravesando pequeños pueblitos y paisajes hermosos, llegamos
al famoso pueblo, éste básicamente como punto central tiene a la laguna, formada
en el cráter de un antiguo volcán y de aguas celestes aturquesadas o verdes,
según el día si está soleado o no.
Es un lugar mágico en medio de la naturaleza,
con muchísima paz, enclavada en un pueblito muy chiquito donde no llega ni
internet ni señal de celular y donde los lugareños de la comunidad conservan
aún sus tradiciones.
La laguna
es tal como la vimos en la foto, o aún más linda porque la vivimos, la sentimos
bien de cerca.
Todos los
lugares para hospedarse aquí son generalmente las casas que los mismos
lugareños viven y que las han reacomodado para ofrecerlas al turista.
Nos
quedamos 3 días allí, la primer noche estuvimos en unas cabañitas muy muy
básicas que se encuentran bajando el cráter y al lado de la laguna. Son unos
45min de descenso hasta llegar a ellas. Apenas teníamos una cama, un techo,
frazadas y velas, porque allí abajo no hay electricidad ni comodidades. Pero sin
embargo, es el mejor lugar para estar en contacto con toda esa naturaleza que
impacta en cada uno de los cinco sentidos.
Amanecer
tomando un café caliente, mirando el color verde de la laguna, son esos regalos
de Dios que uno no es capaz de poder describir.
Hay dos
formas de poder recorrer la laguna, una es descender desde el pueblo hacia la
laguna- playita (45min bajada y 1,30hs
de subida) y la otra opción, es hacer un trekking por todo el cráter, que lleva
unas 4 hs de caminata aproximadamente. Ésta última es recomendable hacerla
durante la mañana para que el día se encuentre más despejado, ya que después
del mediodía suele nublarse muchísimo y no permite verse el camino con claridad.
Ambas alternativas hay que hacerlas
porque son increíbles las vistas y las sensaciones.
Luego de
tantos días vividos en Quito y sus alrededores, junto a la magia de la música
de Javi Carrera, con los sabores de las comidas hechas por Luis y muchas nuevas
sensaciones, nos vamos despidiendo de nuestro querido Ecuador, sin antes
visitar el famoso Cementerio de Tulcán, una obra de arte tal como uno no se puede imaginar.
Lo que no hay que perderse:
- Visitar la Basílica de Quito. Tiene una imponente
arquitectura neogótica. Hay que pagar entrada y un poco más para subir a sus
cúpulas, pero vale la pena. No apto para quienes sufran de vértigo.
- Conocer la Casa Presidencial. Con la presidencia
actual de Correa, se abrieron por primera vez al público, las puertas para
conocer la historia pasada y actual de este Palacio. Es gratuito y con visita
guiada y en horarios predeterminados
- Conocer el Barrio La Calendaria,
llamado también barrio de los ¨gringos¨ por estar lleno de extranjeros, ofrece
todo tipo de bares y restaurantes.
- Subir al teleférico. Nosotros no pudimos hacerlo
porque nos tocaron días muy grises donde la vista no se iba a poder apreciar.
Pero recomiendan hacerlo durante la mañana, en días de semana (fines de semana
no) y en días despejados.
Última parada en tierras ecuatorianas: Tulcán
Nos habían hablado del famoso
Cementerio de Tulcán, queda justito unos km antes de llegar a la frontera con
Colombia. Es el cementerio del pueblo, con la particularidad de tener cientos
de figuras realizadas con libustrines, de tamaño e índole diferente. Se
encuentran figuras geométricas, humanas y
animales que rodean todo el cementerio logrando un paisaje totalmente
diferente y haciéndote olvidar que uno se encuentra dentro de un cementerio.
Más que ello parece un parque con obras de arte.
Y un 28 de
marzo, con el alma rebalsada de felicidad, con nuestra cuota de naturaleza
saldada, nuestra estadía en las grandes ciudades y con queridos amigos
adquiridos, después de un mes exacto en Ecuador, nos vamos despidiendo para
cruzar frontera y descubrir a la hermosa Colombia.
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Quito desde arriba |
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Quito Cultural |
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Plaza Central Quito |
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Con nuestro CS Javi y otro amigo ecuatoriano también Javier |
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Con nuestro CS Luis y amigos alemanes |
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Mitad del Mundo. Ecuador |
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Mercado de Otavalo |
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Quilotoa, cambia de color según la luz |
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Quilotoa y su belleza |
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Laguna Quilotoa |
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Pueblito de Quilotoa, detrás el impactante volcán Cotopaxi |
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Cráter del ex volcán, hoy convertido en Laguna. |
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Cementerio de Tulcán y sus increibles esculturas |
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Cementerio de Tulcán |